La vida y obra de Juan Francisco González nos sumergen en un apasionante capítulo de la historia del arte chileno. Como discípulo del renombrado Pedro Lira, González exploró el mundo artístico con una curiosidad insaciable. Su viaje a Europa fue un punto de inflexión que lo sumergió en las corrientes impresionistas, marcando una renovación en su estilo que lo acercó a las vanguardias de su época.

La producción artística de Juan Francisco González es impresionante en todos los sentidos, con un asombroso catálogo que supera las 4000 creaciones. Sus obras abarcan un amplio espectro, desde exquisitas representaciones de flores y frutas hasta cautivadores paisajes y retratos, generalmente en pequeño formato. Su obra se caracteriza por un riguroso estudio de la luz, la intensidad del color y la expresión y soltura del trazo que marcaba una diferencia con los ideales pictóricos de su tiempo, convirtiéndose en un referente de las nuevas tendencias.